Juegos Tardíos

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RESEÑA PARA JUEGOS TARDIOS. “El autor, Litz Henry nos advierte textualmente que este libro "JUEGOS TARDÍOS" es el undécimo publicado por él y que en esta obra, como en todas las anteriores, el aire, el agua, el sustento, el amor y el sexo ("pecados de la carne") son situaciones de la vida cotidiana; pero todas están libres de cosas más graves como la violencia, la esclavitud, la soberbia, el orgullo, la envidia y otros. Los personajes no son angelicales, simplemente seres humanos con defectos y virtudes. Que disfruten con su lectura." ... Y efectivamente, tres jóvenes mujeres igualmente bellas, cuya presencia impacta en cualquier escenario, se encuentran en la Universidad de Ciudad Pincelada, una urbe singular donde ocurren sucesos de "otra realidad", de una manera muy natural y frecuente. Allí sienten, entre ellas, una atracción afectiva tan fuerte, gratificante e inusitada, que les resulta inexplicable a primera vista por cuanto es totalmente diferente a todas las experiencias previas que hayan tenido en sus relaciones anteriores, ya sean amatorias como de compañerismo o de simple amistad, tanto con personas de sexo masculino como de sexo femenino. Esto les causa confusión, inseguridad, deseos de experimentar otras vivencias para definir si deben orientar sus impulsos atendiendo a sus sentimientos espontáneos o someterlos corregidos a lo que es socialmente aceptable y ¨normal¨. Y es aquí, en JUEGOS TARDÍOS, donde Litz Henry nos muestra su magistral manejo de la psicología de los personajes. Nos presenta a Valeria, mujer distante quien a sus 25 años no ha intimado con nadie. A Ponciana, ávida de explorar nuevos placeres, liberada en lo sexual sin ser libertina y a Ana, niña rica decepcionada de sus primeros escarceos con amantes masculinos. Con este trio, el autor recrea con precisión su ansias, angustias y satisfacciones, con gran delicadeza y exquisitez en la descripción de las escenas íntimas y demás de la vida común. También, en forma fluida trata diversas historias paralelas como el avistamiento de naves del mas allá en el Valle de los Jaguares, la ocurrencia de seres ungidos que recibieron los dones de la levitación, agudeza visual telescópica, visión nocturna y la facultad de devolver la realidad al pasado y recrearla con exactitud, para mantener vivo el interés del lector hasta el final. Omar Marín Villegas